Tokio. Al menos 17 personas murieron en el este de Japón por el paso del tifón Wipha, que a medida que avanzaba se transformó en depresión tropical, informó la cadena NHK.
Wipha es el vigésimo sexto tifón de la temporada y el más intenso desde hace diez años. A su paso dejó una estela de devastación con fuertes tormentas e intensas precipitaciones. La mayoría de las víctimas, 16, se produjeron en la isla de Izu Oshima, al sur de Tokio, donde además no hay contacto con 46 de sus habitantes.
En Izu Oshima al menos 30 casas quedaron destruidas y hubo caídas de árboles y postes de electricidad, que bloquearon las calles.
En la mañana de este miércoles, en Izu Oshima se registró un récord de precipitaciones de 122 milímetros en una hora y las lluvias en las pasadas 24 horas superaron los 800 milímetros, más del doble del promedio para octubre en la isla, indicó la Agencia Meteorológica de Japón.
En la central de Fukushima, fuertemente dañada por el terremoto y el tsunami que se produjo en marzo de 2011, la empresa administradora, Tepco, tuvo que abrir las compuertas de nueve piscinas en las que se encuentran cientos de tanques que contienen agua contaminada. A causa del tifón se había acumulado en ellas cada vez más agua de lluvia.
Decenas de miles de personas fueron instadas a abandonar sus casas en prefecturas vecinas a la capital nipona.
Tanto en Tokio como en otras regiones el fenómeno perturbó el tránsito ferroviario y aéreo, indicó NHK. Unos 500 vuelos internos fueron cancelados y muchos servicios de trenes suspendidos.
Además, cientos de escuelas permanecieron cerradas y en miles de casas se cortó el suministro de energía eléctrica.
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